viernes, 6 de enero de 2012

SOLO PARA POLÍTICOS EL NUEVO AMLO

Lucio Cardenal

Andrés Manuel López Obrador, candidato a la Presidencia de la República de las fuerzas de izquierda, es evidente que en esta segunda búsqueda por la silla de Poder Ejecutivo, ha cambiado su actitud, propuestas y discurso político, derivado de las lecciones de la derrota, legitima o no, que sufrió en las elecciones presidenciales de 2006. Ha matizado su forma de decir las cosas, ha incursionado internacionalmente ( España y Estados Unidos ), ha dejado de lado la agresividad frente a la elite oligarca cuyas decisiones políticas , económicas y financieras, forman la red del gobierno invisible que cogobierna, es decir, esa mezcla de intereses que hacen cohabitar poderes formales  y poderes fácticos, que oscurecen casi la totalidad de los regímenes democráticos del mundo.
AMLO ya no descalifica directamente, matiza sus palabras y sus acciones políticas  modifica su posición al punto de   dar un viraje a su radicalidad ideológica  hacia la prudencia y templanza política,  que lo convierte en el gran competidor de Enrique Peña Nieto, candidato   ( por ahora ) del PRI. AMLO se sabe  viable ganador porque su intensa actividad durante seis años de campaña por la casi totalidad del territorio nacional, ha logrado tejer una gran red de ciudadanos dispuestos a organizarse para esta virtual segunda para hacerse con el poder máximo en México.  La culminación de esta insólita  campaña culmina en el Movimiento Regeneración Nacional ( Morena) que aglutina hombres y mujeres que siguen la figura del  por ahora único líder real en la escena política nacional. Pero, hay que advertir, él no ha renunciado a sus principios fundamentales de transformar los injustos modelos económicos,  educativos,  culturales, de seguridad social y  salud y seguridad  pública.
Ha puesto en el centro de su oferta política la honestidad republicana como una forma de combatir los cuatro jinetes apocalípticos que asuelan al país: la corrupción, la impunidad, la injusticia y la desigualdad social. Mejor ideario, imposible. Salvo que en seis años borrar de la escena esta realidad aberrante, no es posible, Tal vez, sentar las bases para una nueva forma de gobernar y hacer política en México, sería viable;  porque las cuatro lacras nacionales tienen raíces  profundas histórica, política y culturalmente, que se antojan difíciles de vencer en tan corto tiempo. La renovación integral, material y espiritualmente, que pretende AMLO, requiere de un esfuerzo sobrehumano y de un apoyo total de la sociedad pensante , actuante y trabajadora. Sin embargo, hay que decirlo, los vientos que sacuden al mundo  son favorables a su intento de hacer una revolución pacífica, democrática y solidaria.
Proteo, figura mitológica griega, que entre otros atributos tenía el de cambiar de forma pero no de esencia, así como de hacer profecías contradictorias para despistar a sus enemigos, parece reaparecer en la figura de AMLO. El cambio proteico está a la vista en la figura del candidato que despierta grandes esperanzas entre las olas civiles de las que nos habló Ramón López Velarde ( poeta zacatecano autor de la Suave Patria, Peña Nieto ) . Su triunfo significa la última oportunidad histórica del cambio real, de lo contrario nacerá la dura patria, plena de odio, terror y violencia, enarbolando banderas tricolores o azules. Para el caso es lo mismo..


Por. Lic. Gabriel Alós  Sala
                                                                                                                                                                   Director General de TV MUNDO.www.tvmundo.com 




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