Por: Gabriel Alós Sala
Desde el Bunker de TV MUNDO
13/01/20011
La entrevista que Carlos Loret de Mola hizo al famoso cantante Kalimba Marichal está dejando en claro que el famoso intérprete de “No me quiero enamorar” es víctima de lagartonas infantas expertas en sexología y, por supuesto, de la vergonzosa prensa vendida y amarillista como la nefasta sesentona de Paty Chapoy que nos recordó aquel episodio de mi estimadísima Lucero y su guarura.
Kalimba se está jugando no solo su exitosa carrera musical, sino su misma libertad que pende de un hilo, sobre todo de una palabra dicha frente a millones de televidentes pudiera refundirlo en la cárcel por muchos años.
Recuerdo que en mi primera cárcel política en (1985) en Mérida, Yucatán, lo primero que me advirtieron fue que cuidara bien lo que hablara, ya que cualquier palabra salida de mi boca, podría ser usada en mi contra.
Envuelto en la fama por el periodismo y haber sido reportero corresponsal de Televisa durante 10 años ininterrumpidamente, además, en aquel entonces joven, millonario y exitoso hombre de negocios— (comercializaba aparatos aéreos y bienes raíces), muchachitas se resbalaban queriendo que las llevásemos a la cama.
Por aquellos años, (1970 y 80tas) no había tanta libertad sexual, ni orientación de los padres, pero sí las perversas intenciones de joderlo a uno por la calentura de un par de rabitos.
Además estábamos en Tele sistema Mexicano, hoy Televisa, participando como modelo y como ayudante de Paco Malgesto, y en los camerinos corría el sexo, la mariguana, la cocaína y muchas porquerías más
La prensa y no pocos colegas, -asquerosos, morbosos y perversos- como la sesentona Participa Chapoy de Ventaneando, que ha destruido famas y familias, han encontrado en este resbalón un filón de oro, pero cuando se trata de un integrante de la mafia televisiva todo se vuelve novelas color de rosa y de amor, como fue el caso de Fabiruchis que dio asco y, sigue tan campante en el lodo y la porquería de Televisa como “ejemplo” en donde podrían Verónica Castro y Lucia Méndez entre muchas damas actrices dar testimonios de horror y violaciones que aplicó el famoso Emilio Azcárraga Milmo.
Lagartonas infantas que podrían enseñarles posiciones y mañas a las suripantas de la merced en eso del sexo y la droga.
Claro que Kalimba se negó a confirmar o rechazar si tuvo relaciones sexuales con la menor que lo denuncio por violación, --será calenturiento, pero no pendejo--.
Carlos Loret es de lo mejor que tiene Televisa, lo admiro, pero su insistencia en la entrevista con Kalimba se pasó.
En este caso hay un peligro doble, el sinvergüenza del procurador corruto de Quintana Roo, Francisco Alor, quien siendo presidente Municipal de Cancún nos quedó a deber 3 millones de pesos en obra pública, y sus familias en Valladolid Yucatán se volvieron multimillonarias de la noche a la mañana.
Hay testimonio de que al norteamericano productor de televisión acusado de asesinar a su mujer, le arranco medio millón de dólares para que pudiera escapar en un Jet de nuestras empresas que rento y, hay videos de la fuga consentida por el gobernador y su cómplice quien ahora seguramente ven en Kalimba otro negocio más.
Por lo pronto, TV Mundo, y nuestro Club de Periodistas y Locutores de Hispanoamérica A.C., le damos a Kalimba el derecho de la duda.
Estimado.
ResponderEliminarAunque concuerdo en varios puntos, en otros difiero o más bien, pongo a tu consideración otros puntos de vista que se han diluido en la voragine de la nota central. El tema ya es viejo y no pretendo reavivar la llama del caso, solo que te des una vuelta por otras opiniones.
http://kopetin.wordpress.com en los dos artículos, uno llamado: "Kalimba, Daiana y 100 años de soledad" y otro llamado "Lo que debes saber en caso de violencia sexual" si es posible que los leas en ese orden será mejor.
De paso aprovecho para preguntar si eres el mismo que publica en www.tvmundo.com y qué es eso del Club de periodistas y locutores de hispanoamerica ac ya que me causo curiosidad, lo busque en google y simplemente no encontré nada oficial. ¿Existe? Saludos.